REBELDES! NI PUTOS NI SUMISOS!

                                                                          por carlos trébol

eSTA consigna no se oyó en la Plaza, aunque para lxs trébolxs podría resumir lo que ocurrió, ya que se trató de una apropiación inédita del espacio público por parte de los colectivos de diversidad afectivo-sexual.
Inédita en Tucumán, es cierto, pero para quienes vivimos en Tucumán con eso basta: acá es la primera vez que nos animamos a tomar la calle para expresarnos en forma pública y masiva.
La Plaza Diversa fue heterogénea en identidades y preferencias, y pertenencias socioeconómicas y políticas, aunque se notó la escasa presencia del colectivo travesti/trans. Como agrupaciones no estamos llegando a ellxs. Pero me gustaría hacer de esta entrada un espacio para varias cuestiones a comentar:
_Ayer a la noche luego del ciclo de cine de Cruzadas conversábamos con un par de compañeros que estuvimos en la movida del viernes, y en un momento dado planteo que nuestra agrupación no está alineada en forma incondicional a la política y menos aún a la bajada de línea de ninguna de las grandes orgas GLBT y que nos parece que las movidas que se arman acá merecen un análisis desde acá ya que nuestra problemática tiene su especificidad en virtud de nuestros contextos concretos, locales. La respuesta que recibí fue que "uno es puto acá y en Buenos Aires", desafortunada simplificación que lxs trébolxs solemos rebatir.
_En relación a esto, aunque no lo parezca, mientras conversábamos acerca del ciclo de cine, mencioné que tal peli decidí no venir a verla porque al leer la reseña me dio la impresión de ser la típica comedia yanqui hueca en versión gay. Un tipo de propuesta que no me interesa salvo para criticarla. La respuesta esta vez fue que soy un "psicobolche", jajajaja, ya había olvidado ese rótulo de los '80s.
La respuesta a ambas cuestiones irá por carriles que no me canso de transitar porque forman parte, de una, de nuestra propuesta político-cultural feminista y disidente del sistema sexo/género.
#NO SOY "puto" ni acá ni en Buenos Aires, ni en ningún otro lugar. La consigna que sirve de título a esta entrada la elaboramos bastante lxs trébolxs. Cuestionamos el sexismo en el lenguaje. Carcomemos con nuestras präcticas discursivas y simbölicas el orden heterosexista que estructura este lenguaje.

La asignación de un insulto feminizante: "puto", como identidad para un grupo de personas debido a su preferencia sexual, es denigrante y discriminatoria, aún cuando algunas de estas personas la empleen.
"Puto" es un insulto porque se asocia a "puta". Para la mente heterosexual masculina, que ejerce el mayor poder sobre las representaciones colectivas ya que es el pensamiento hegemónico, quien desea a un hombre es abyecto, sea del sexo que sea: una mujer que busca a los hombres activamente porque los desea es una "puta". Ella debiera quedarse quietita esperando que el hombre venga a seducirla. Esta condición de "mujer perdida, sucia, manchada" se aplica además a las mujeres que los mismos hombres reducen a servidumbre sexual mediante la prostitución. Una "puta" es una mujer despreciable, reducida a su genitalidad.
Para la mente hetero, las relaciones sexuales entre hombres se conciben en términos heterosexuales: debe haber un activo y un pasivo, un "chongo" y una "marica", un "macho" y un "puto".
La "putez" por lo tanto, va de la mano con la sumisión a la heteronorma masculina.
La "putez", aunque no lo parezca, es patriarcal.
En Hojas de Trébol estamos desaprendiendo las maneras patriarcales de ser hombres y mujeres, queremos construir nuevas formas de vivir las relaciones humanas, también las sexuales que son relaciones sociales.
Por lo tanto no queremos feminizarnos ni masculinizarnos: rechazamos la lógica del amo y el esclavo, el arriba y el abajo, el dominio y la sumisión, el macho y la puta.
Y esto más allá de con quien se esté acostando y que tenga entre las piernas cada compañera/o en particular.
#Nos parece divertido eso de "psicobolche". Y sí, estamos en Filosofía y Letras, muy cerca de Psico, y estamos también en Psicología Social. Abordar el género lo requiere, aunque lo "psico" no baste.
En cuanto a "bolche", es bastante cierto también: somos DE IZQUIERDA, y como afirmé en la ponencia del viernes donde presentamos la revista, entre nosotrxs tiene mucha influencia la izquierda nacional y latinoamericana, nos consideramos parte del campo nacional y popular. Tenemos ideología!!!
Reivindicamos a lxs 30000, a las Madres, al Che, a Evita y a Perón (bueno acá no todxs...) a la Revolución Cubana, a la Resistencia Peronista en los '60,  a Montoneros, a Santucho y al PRT-ERP, a la Teología de la Liberación y el Tercermundismo, al movimiento zapatista en Chiapas, a todas las luchas del pueblo latinoamericano contra la opresión imperialista YANQUI y sus colaboradores autóctonos.
Acompañamos desde una mirada crítica los actuales procesos populares en Latinoamérica (Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Brasil) y apostamos a la unidad latinoamericana frente a las potencias hegemónicas que controlan la mundialización. Creer en nosotrxs mismxs, en todos los ámbitos.
También, por supuesto, el de la diversidad afectivo-sexual, el de la disidencia sexo-genérica, el de las movidas por la igualdad de derechos. Por eso en esta movida que estamos protagonizando con otras organizaciones, reafirmamos nuestra autonomía como medio de comunicación alternativo y núcleo de militancia feminista y disidente del heteropatriarcado. Que la protagonista sea la gente de aquí y ahora.
Que se ponga sobre la mesa y se debata en público, en asamblea popular si es posible (¿por qué no? ¿acaso lo/as anormales no somos pueblo?) la problemática concreta de los colectivos locales de personas no heteros. Cuando digo colectivos no me refiero a organizaciones, sino a los grupos sociales como tales. Para impulsarlo hay que tomar contacto directo con los grupos, ir a sus sitios de sociabilidad y de estudio, a los boliches, a los bares, a las facultades, y a la calle misma, no dejar que se enfríe el movimiento.
A mi modesto entender hay que apoyar la movilización, de manera insistente, continua, volantear en la peatonal, en las plazas, llamar a las radios e ir, hacer una perfo callejera, y las marchas no importa si no hay mucho cotillón, es lo de menos, ya la murga es un elemento de visibilidad y agite suficiente, despues llevar carteles, pancartas y banderas, y muchos volantes, si hay que gastar en algo que sea en eso.
Y no voy a apoyar la realización de una "Marcha del Orgullo", así con ese nombre. Estaría muchísismo mejor que a nuestras marchas les demos nombres nuestros, que pensemos con nuestra propia cabeza los nombres y los símbolos que le queremos dar a nuestra propia diversidad. Sencillamente no me identifico ni con Stonewall, ni con New York o San Francisco, ni con Amsterdam. No me gustó oir en la Marcha a Freddy Mercury como no me gusta oír a Madonna o a ABBA pintadxs como emblemas de diversidad.
Mi no-heterosexualidad tiene demasiado poco en común con todo eso, tiene más que ver con la tierra y la cultura reales en las que vivo y no con lo que sucede en una pantalla de TV y que se supone que es mejor que lo que ocurre acá. Como siempre, yanquis y europeos dictándonos cual es la posta.
O porteños en representación de aquellos haciendo lo mismo con los "del interior".
Que no me quepa ni ahí el "orgullo" y sus implicancias políticas no significa que me voy a oponer a que se haga. Sólo que será tema de debate acalorado si Hojas de Trébol convoca a un evento con un nombre que difícilmente se corresponda con nuestra propuesta política y cultural. En todo caso yo adheriría, desde una posición crítica desde luego, porque me parece que no es momento de controversias que puedan derivar o ser interpretadas como luchas intestinas entre nosotrxs por la vereda de enfrente.
Pero desde ya que desde nuestros inicios lxs trébolxs queremos abrir el debate sobre las políticas mismas de la diversidad, las desplegadas desde el estado burgués, las desarrolladas por las organizaciones GLBT y las agrupaciones partidarias u otras, y las propuestas alternativas que se construyen desde adentro y desde abajo, los núcleos de resistencia contra la opresión heteropatriarcal.
No nos prostituimos, no nos afeminamos ni nos hacemos los machos, no nos sometemos ni buscamos dominar.
Por eso:
REBELDES! NI PUTOS NI SUMISOS!
REBELDAS! NI PUTAS NI SUMISAS!
REBELDXS! NI PUTXS NI SUMISXS! 


                 

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